Un servicio profesional de abrir cajas fuertes de Barcelona salvó mi viaje

La memoria nunca ha sido una de mis virtudes. Olvido el PIN del móvil, el de la tarjeta del banco, la contraseña del correo electrónico e, incluso, el día del cumpleaños de mi hermano. Generalmente, no me he encontrado ante ninguna situación demasiado complicada por ello. Hasta hace unos días.

Mi falta de memoria me llevó a olvidar algo, una vez más. Este algo era la combinación de mi caja fuerte. Caja fuerte en la que tenía guardados mi pasaporte y el dinero que tenía apartado para hacer ese viaje a Bali que tanto tiempo llevaba planeando y esperando y que tenía que hacer en pocos días. ¿Qué hice? Lo que hacemos gran parte de los millenials cuando no sabemos cómo hacer algo: buscar en YouTube.

Pero me di cuenta rápido de que no todas las respuestas del mundo están en un vídeo y que, si no quería romper la cerradura de la caja, no podía creerme cerrajero y ponerme a hacer pruebas. Así que paré, pensé y decidí hacer algo que suele funcionarme cuando no recuerdo o sé algo: preguntar a otros.

“¿Alguien conoce una empresa que se encargue de abrir cajas fuertes en Barcelona?” fue el mensaje que envié a mis principales contactos en WhatsApp. La respuesta no tardó en llegar. Algunos no podían ayudarme, otros coincidieron: Puertas Blindadas Abasat. Nunca había oído hablar de ellos, pero confié en el criterio de mis amigos y contacté lo más rápido que pude con su departamento de atención al cliente.

Os haré un pequeño spoiler: abrieron la caja. ¡Menos mal que les llamé! Les expliqué mi situación y les di un par de detalles que necesitaban saber y quedamos un día y una hora en mi casa. Su personal se presentó allí con herramientas de trabajo que nunca había visto pero que, oye, resultaron ser de lo más efectivas.

Así que aquí estoy hoy, disfrutando de un desayuno tropical del bufé del hotel de Bali en el que me alojo, con mi pasaporte en la maleta y, en la cartera, parte del dinero que me queda para disfrutar de estos días y que tanto me había costado ahorrar.

Mi falta de memoria me jugó, de nuevo, una mala pasada. No prometo mejorarla ni apuntarme en algún sitio estratégico los números, contraseñas y combinaciones más importantes, pero sí que si me vuelvo a ver en la misma situación o si alguien me pregunta en algún momento si conozco una empresa que incluya entre sus servicios abrir cajas fuertes en Barcelona, pensaré sin dudarlo por un momento en Puertas Blindadas Abasat.